Voy cayendo,
pendiente suave,
me diluyo en tu espíritu,
de dulces riachuelos.
Una noche plena,
envuelve nuestros brazos extasiados!
En la mística voz de tu acento
eL amor va floreciendo
hasta incendiarse.
Reguemos el cielo con estrellas
y raptemos su fría sangre
hasta que el alba nos sorprenda
con la luz apagando nuestros suspiros..
La luz apaga muchas cosas.
ResponderEliminarUna de ellas la intimidad de los sueños....bello....un abrazo azpeitia
Bello poema, Stella.
ResponderEliminarSilvia Loustau
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