Yo no puedo darte una pradera
donde recojas frutos,
ni puedo darte un cielo nocturno
con luz propia,
ni hacer tinieblas de hojarascas
para que la disipes
pero puedo prestarte
mi risa cuando la tuya se pierda
mi fuerza cuando estés sufriendo
mi fe con haces de acero
mi perdón sublime
como manantial de azahares.
(de "Burbujas del alma")
Hola Stella:
ResponderEliminarNo es poco lo que puedes dar, así que agradecido debe estar el que lo reciba. Besitos:
Tadeo
Gracias José, por dejar un poquito de tu tiempo, de tus manos , tus sentimientos, en este comentario.
ResponderEliminarUn abrazo