
Me alejé de las sombras,
los gruesos muros.
el ruido mundanal ,
el miedo enceguecido.
Puse alas a mis ganas
encima de la desolación,
los silencios sepulcrales,
las cornisas lanzadas en las sombras,
Un fulgor me estremeció,
y mi andar desorientado,
cayó en la nada,
yo que creía que no existía.
Y la nada se hizo música
en aureolas celestiales
mezcladas de sueños
con estrellas asombradas
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