
Acostumbrarme
a vivir serenamente,
a sentir la caricia del aire,
agudizar el oído
y atrapar
el vuelo de las mariposas,
y ensanchar la mirada
para abarcar el cielo.
Acostumbrarme,
al silencio que nunca está callado,
al ruido modificado
por mi equilibrio,
a la noche serena
y al amanecer brillante.
Acostumbrarme
a filosofar
en los ojos de un niño,
y en las arrugas del tiempo,
cargadas de vivencias.
.
Amiguisima tus letras, ayudan a levantar el ánimo y a ver la vida desde otro ángulo.
ResponderEliminarEres una genia escribiendo
besotes
María Rosa