Canción del poeta

Versos que nombran
al amor y a la vida,
al amanecer y a la noche,
y explotan del mundo interior .
Despiertan entre sueños,
duermen en las grutas del alma,
y mientras la vida se escurre,
ellos se hacen eternos.
Peregrinan en borradores
hasta afianzarse en el papel.
Son flores que no se marchitarán,
soles eternos, latidos permanentes.
No conocen en qué pupilas
se reflejarán.
De oro y marfil impalpables,
golondrinas de tantos cielos,
garzas de nácar,
cascabeles que el viento
del tiempo dispersará.



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