Toma aquí, mi cuerpo
sembrado de tiempo,
habitada con alas del viento .
Árbol maduro de frutos,
tierra que tomó tu semilla .
Suelo que despertó tu fuego,
bebiendo en las noches
mi néctar escondido .
Toma mi cuerpo,
como el sol toma el horizonte,
y como las algas aferradas al agua.
Así, toma mi cuerpo ,
navegando hasta el amanecer ,
hasta secarme como una flor al sol .
Hermosas letras en especial las dos últimas frases.
ResponderEliminarSaludos
Con tu permiso coloqué tu blog Latidos poéticos, en mi lista de sitios que visito en mi blog raizensun.
ResponderEliminarSaludos
Un gusto descubrir tu espacio para leerte. Este poema me evoca las atmóferas de Kavafis. Gracias por ello.
ResponderEliminarSaludos....
Bello poema con dos versos finales de maravilla.
ResponderEliminarbesos
Elisabet
HOla Estrella de mar, estuve husmeado tus blogs y realmente todos tienen algo que invitan a quedarse, asi es que si me lo permites voy a enlazarte al mio. Besos
ResponderEliminarNelida:
ResponderEliminarAgradezco tu invitación .MUCHA SGRACIAS POR TU SOLIDARIDAD
UN ABRAZO
Ningún mortal podría negarse a semejante exhorto.
ResponderEliminarVersos apasionados pero exquisitos.
Te felicito.
Saludos.