Como ramita
sin hojas,
mañanas
sin sol,
noche
sin estrellas ,
primavera
sin flores,
asi te encontré…
Busqué tus ojos de niño,
sediento de afecto,
asi te hallé.
Tu rostro de inocencia pura,
caló hondo en mi corazón.
Ojitos inquietos,
manitos pequeñas,
pasitos cortos,
queriendo volar
a un aire plagado
de calor maternal.
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